Ocho días de intenso trabajo, reflexión y practica en talleres. Hemos hablado y discutido sobre la necesidad de espacios donde las personas sean respetadas en sus diferencias personales, dentro de un grupo que acepta estas diferencias de forma incondicional; como asistir a las personas en su juego y crecimiento sin proyectarnos y sin desviarlas de sus propias necesidades; como dejar de juzgar permanentemente a los demás...
Se ha puesto de manifiesto la necesidad del "asistente" de hacer un trabajo personal que le permita desde sí mismo, no manipular los procesos de los otros y desarrollar una capacidad de profundo y autentico respeto. Este es el trabajo que todos tenemos pendiente en mayor o menor medida, nos corresponde a cada uno, y ningún curso lo puede dar; una autonomía personal desde la cual no interferir en la autonomía de los demás.
En una entrevista a Arno Stern, el periodista le hizo la pregunta:
-¿cree que cualquiera puede trabajar en un taller de los que usted propone?
Arno contesto: - claro, a condición de que sea una persona autónoma.
No dejo de pensar en esta respuesta...!!!cuanto recorrido en busca de nuestra autonomía!!!
...y un conocimiento exhaustivo de la "Formulación" ...algunos soñaban con figuras radiales...
Además de trabajo intenso, ha habido comidas "familiares" donde solo podemos agradecer la disposición de las personas cocinando y ocupándose los unos de los otros con enorme atención y cuidado. Creo que puedo decir que este agradecimiento es del grupo para el grupo.
Y por fin este año decidimos dejar un día libre en medio...descanso y algunos un poco de cena y "salsa" para volver pronto y seguir trabajando...
Agradecemos también a todos los niños que han participado en las sesiones de talleres prácticos y esperamos poder seguir contando con ellos en los próximos cursos.
Un enorme placer!!! y gracias a todos.
Esta entrada tiene más sentido con vuestros comentarios, así que !!!a comentar!!!
Hola Vega,
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras!! Siempre es un placer leer desde la madurez de la consciencia.
Para mi ha sido una experiencia diria casi necesaria. El poder estar una semana en un espacio desde donde trabajar la autencicidad en el acompañamiento en cualquier aprendizaje. Realmente el taller de pintura el de barro y el trabajo que haceis con el taller de movimiento abren puertas mas alla, a observarnos y a ser mas auténticos cuando estamos con otr@s y compartimos espacios, ya sean educativos, vivenciales o de comunidad.
De corazón os doy las gracias por este espacio que habeis creado, un espacio sin duda para despertar consciencias adormecidas por nuestros propios condicionamientos.
Un abrazo a tod@s, a Diraya, al grupo y a l@s niñ@s que compartieron con nosotr@s esos días.
Marta